domingo, 23 de enero de 2011

UNA CARRERITA PARA VIVIR

Julio Coba Martínez recorre la capital en dos ruedas. Lleva el dinero a casa gracias a que trabaja como mototaxista en El Marqués, oficio que realiza desde hace dos años. A pesar de que lo considera peligroso, cree que compartir con la gente es la mejor parte.





Por: María Angelina Castillo y Marian Licheri

EL ARTISTA DEL MARTILLO, CINCEL Y ESMERIL

José Antonio Hilguera trabaja como soldador, pintor y latonero en el centro de Caracas en la esquina de Calero y, a pesar de tener más de 60 años,  no considera jubilarse como una opción. Piensa que su trabajo es riesgoso, y los accidentes que ha sufrido así lo confirman, pero de esa misma chamba es de donde saca el dinero para comer, cigarros y una que otra cerveza. Sus días comienzan a las seis de la mañana y acaban a las seis de la tarde. Para su arte, como él mismo define el oficio, no hay edad ni peligro que se compare con el resultado final.






Por: Juan Andrés Soto y Daniel Torrealba


PASIÓN TAURINA

Bernardo Valencia es uno de los toreros más reconocidos de nuestro país. Su infancia siempre transcurrió en el mundo taurino y asume que le tuvo miedo a su primer novillo, pero con el tiempo, el ruedo se convirtió en su mundo. Aunque ya llegó al final de su faena, mantiene los recuerdos de su traje de luces y su capote, añorando aquellos pasodobles, plazas y toros que marcaron su carrera.




Por: Cindy LaRotta y Anilec Vita

UN OFICIO CHISPEANTE

Luis Alfredo Miranda es un petareño que, de sus 25 años de edad, lleva 9 en medio del peligro. Practica malabares con fuego al igual que otras artes circenses y piensa que su oficio no es apreciado por todos los transeúntes, a pesar de las cuantiosas propinas que a veces logra. Este semáforo de la avenida Sanz, en El Marqués, ha sido testigo de sus andanzas.







Por: Sara De Santa Clara y Marcy Rangel